Todos sabemos de la gran habilidad de los gatos para mantener el equilibrio, para subir a alturas desorbitadas o a estanterías llenas de figuras minúsculas sin que ninguna de ellas caiga al suelo, y es por ello que muchas veces dejamos que nuestro peludo se pasee por el alfeizar de la ventana o duerma una larga siesta en la barandilla de la terraza sin que nos cree preocupación alguna.
La realidad es que sí deberíamos de preocuparnos e intentar evitar estas situaciones, ya que son más gatos de los que pensamos los que han acabado en el servicio de urgencias con heridas graves, e incluso mortales, por caída.
¿Cómo podemos evitar que esto ocurra? No permitiendo el acceso al gato a las habitaciones que tengan las ventanas abiertas, bajando las persianas, o colocando rejas, rejillas metálicas, redes o mosquiteras. En las tiendas de bricolaje y jardín existen celosías extensibles muy económicas, que se pueden acoplar sin esfuerzo a las ventanas correderas.
¿y qué hacemos si por despiste nuestro gato sufre una caída? Envuélvelo en una manta, intentando moverlo lo menos posible, y llévalo inmediatamente al veterinario. Aunque te parezca que se encuentra perfectamente deberás hacerle una revisión completa, ya que hay lesiones que no se manifiestan al momento y cogerlo a tiempo puede salvarle a la vida a tu pequeño amigo.